El río Estigia (o Estige o Éstige) (en griego: Στύξ , Stux, que significa "odio") en la mitología griega constituía el límite entre la tierra y el mundo de los muertos, el Hades, al que circundaba nueve veces. Los ríos infernales: El Estigia (río del odio), el Flegetonte (río del fuego), el Lete (río del olvido), el Aqueronte (río de la aflicción) y el Cocito (río de las lamentaciones) convergían en su centro formando una gran ciénaga. Popularmente se creía que las almas de los difuntos podían cruzar el Estigia en una barca guiada a veces por Caronte y a veces por Flegias, pero la mayoría de las fuentes clásicas afirman que el primero porteaba el Aqueronte y el segundo el Flegetonte. Llegados al inframundo, las almas recibían un premio o un castigo en función de la vida que habían llevado cuando vivos, de forma similar a lo establecido por la mitología del Antiguo Egipto.[1]
La leyenda también cuenta que el Estigia volvía invulnerable cualquier parte del cuerpo que se sumergía en él. Así,
Tetis bañó a su hijo Aquiles en el río y éste logró la invulnerabilidad, a excepción del talón por el que su madre lo sujetó al sumergirlo y que se convirtió así en su único punto vulnerable.
En la antigüedad se decía que el Estigia era el río que marcaba la frontera entre Ucrania y Rusia, cerca de la ciudad ucraniana de Kerch. Ucrania estaría en el lado de los vivos y Rusia sería el lado de los muertos.